Reseña de la Antología de El Quijote

9 de septiembre de 2016
Don Quijote de la Mancha (Antología)

Reseña de la Antología de El Quijote de Francisco Martínez Cuadrado por Eliacer Cansino.

(En la revista Peonza, Revista de Literatura Infantil y Juvenil, nº 116, Abril 2016)

Decía Italo Calvino, en sus Seis propuestas para el próximo milenio, que la rapidez debía ser una de las características de la literatura del futuro. Las prisas del mundo contemporáneo el exceso de información y la multitud de incitaciones para la distracción hacen necesario que cuando un libro cae en las manos del lector nada le disuada de su lectura

Esta recomendación es la que tiene presente Francisco Martínez Cuadrado en su nueva edición del Quijote. Catedrático de instituto y un apasionado de la transmisión de la literatura entre los jóvenes, sabe que es necesario aggiornar la hondura de los clásicos con la frescura del pensamiento de los lectores de esa edad. Un joven es siempre una promesa de lector adulto.

De su larga experiencia docente sabe que evitar barreras inútiles, erudiciones que funcionan más como piedras en el camino que como aliento es un deber de todo aquel que quiera entusiasmar a un lector en formación. Leer a un clásico es siempre recoger un testigo, y este debe ser entregado en la forma adecuada y con el entusiasmo preciso

La antología de Don Quijote de la Mancha que nos ha propuesto poseen muchas y variadas virtudes –confieso que a mí me ha permitido leer El Quijote otra vez sin empacho como quien asiste a un buffet donde las viandas son tan exquisitas que se prefiere poco de todo y mucho de uno –.

La primera de estas virtudes es que en él no falta nada de lo que es lectura inexcusable en la obra de Cervantes. El lector puede ir, sin temor a perder el hilo de la novela, a todos los pasajes trascendentales de la inmortal obra, ya que el antólogo se ocupa de contarnos en breves y clarísimas pinceladas los fragmentos o capítulos que ha decidido saltar. Pero no falta ningún capítulo, bien en su selección, bien en su explicación.

La segunda virtud que hace esta obra atractiva, tanto para estudiantes como para lectores en general, es que presenta, antes de entrar en el texto, un magnífico esquema de contenido en el que, capítulo a capítulo, se reflejan las aventuras, los personajes que en ellos aparecen, los lugares y los discursos centrales de los mismos. Un verdadero mapa que permite ir a buscar con facilidad un pasaje, un discurso o un personaje (v.gr., Don Quijote enjaulado los consejos de Don Quijote a Sancho, o el Caballero de la Blanca Luna).

Y como no hay dos sin tres, reseñaré una tercera virtud y es la sencilla y documentada introducción a Miguel de Cervantes y al propio Quijote que marcan la obra y a su autor. Como en todos los trabajos de Francisco Martínez Cuadrado, se nota su profundo amor por la obra que nos presenta y el deseo de que los demás también disfruten con ella. Una amorosa invitación a la venta la lectura del Quijote.

Eliacer Cansino